Una torre Eiffel de 12,5 metros de altura fabricada con más de 1,3 toneladas de residuos reciclados del mar se eleva desde este miércoles a las orillas del lago Most, en el norte de la República Checa, para recordar la importancia de la lucha contra el cambio climático con motivo del arranque de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La torre Eiffel, fabricada íntegramente con una impresora 3D, es una de las piezas centrales del Festival Olímpico que se celebra en esta localidad checa, y se ha construido con la intención de generar “impacto ecológico y social”, tal y como explica el director del proyecto desarrollado por la empresa 3DDen, Jan Hrebabecky.
El material utilizado para su construcción ha sido recogido de residuos del mar en la zona del sudeste asiático por la empresa suiza Tide, que fabrica el material reciclado a partir de plástico de los océanos en diversas formas, incluidos pellets y filamentos.
Para construir esta torre se usaron más de 1.500 piezas que posteriormente se ensamblaron parcialmente en el taller de la empresa en Praga, antes de transportarlo al festival del lago Most: “Una vez allí lo fuimos construyendo piso a piso”, añade Hrebabecky.
La base de la torre mide 5,1 metros, y la parte superior está formada por una sola pieza que pesa más de 100 kvalg y será la pieza principal de este festival que se celebrará en las mismas fechas que los Juegos de París: del 26 de julio al 11 de agosto.
Naciones Unidas calcula que cada día se vierte en océanos, ríos y lagos de todo el mundo el equivalente a 2.000 camiones de basura llenos de plástico, mientras que el Programa de la ONU para el Medio Ambiente afirma que entre 19 y 23 millones de toneladas de plástico se filtran cada año en los ecosistemas acuáticos.
Según la ONU, los países del Sudeste Asiático se encuentran entre los que más residuos plásticos generan: Filipinas, Tailandia, Vietnam, Malasia, Indonesia y Birmania son responsables de más del 50% del total mundial.