Redacción América.- Un bombardeo en tierra anunciado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha vuelto a disparar la tensión en torno al despliegue militar que mantiene su país en aguas del Caribe, pero también ha abierto distintas incógnitas en torno a un incidente sobre el que Venezuela guarda silencio, mientras su vecino, el presidente colombiano, Gustavo Petro, asegura que tuvo lugar en suelo venezolano.
Un anuncio sobre Venezuela al estilo Trump
La primera mención a este ataque tuvo lugar el pasado 26 de diciembre de la forma más heterodoxa. John Catsimatidis, billonario neoyorquino que presenta espacios de radio en la emisora WBAC, interrumpió su programa para decir que tenía al teléfono al gobernante de EE.UU. y lo puso al aire.
En un momento dado de la improvisada entrevista, Trump dice que el chavismo en Venezuela le ha robado petróleo a su país y lo ha llenado de inmigrantes procedentes de cárceles, incluyendo a miembros de la banda Tren de Aragua, que a su vez «envían drogas» a Estados Unidos.


Catsimatidis pregunta entonces por qué los demócratas se quejan de que Washington esté destruyendo supuestas narcolanchas y es entonces cuando Trump dice: «No sé si lo leyeron o lo vieron, tienen una gran planta o una gran instalación desde donde envían, ya saben, desde dónde vienen los barcos. Hace dos noches la destruimos. Así que les dimos un golpe muy duro».
El comentario parece referirse al Tren de Aragua, pero no hace una mención directa del «territorio venezolano» y pasado por alto por Catsimatidis, que cambia de tema enseguida para hablar de los tipos de interés o el precio de la gasolina.
El resto de medios de comunicación ignoran su existencia durante otros dos días, y el 29 de diciembre comienzan a reportar el comentario, que apuntaría al primer ataque estadounidense sobre territorio venezolano con el que Trump llevaba tiempo advirtiendo como parte de su campaña de presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
Qué más información se conoce sobre el bombardeo
El mismo lunes los medios preguntaron a Trump en una comparecencia sobre su comentario, pero el presidente, que no niega que el ataque se haya hecho sobre territorio venezolano, insiste en apenas ofrecer detalles.
Dice que no explicará quién llevó a cabo el bombardeo, que este fue «a lo largo de la costa» y que «hubo una gran explosión en la zona del muelle donde cargan las lanchas con drogas».
«Cargan las lanchas con drogas, así que atacamos todas las lanchas y ahora atacamos la zona. Esa es la zona de operaciones, ahí es donde lo hacen, y esa zona ya no existe», añadió.
Ni el Pentágono (que ha publicado imágenes de cada uno de los bombardeos a las lanchas que acusa de transportar drogas), ni la Casa Blanca, y ni siquiera el Gobierno venezolano han realizado todavía comentario alguno sobre el ataque, mientras que ningún experto en análisis de imágenes satelitales ha logrado dar todavía con el supuesto muelle bombardeado en la costa venezolana.
A última hora del lunes, la cadena CNN informó en exclusiva que el ataque lo realizó la CIA con un dron, y que la acometida afectó a un puerto en territorio venezolano empleado por el Tren de Aragua que en ese momento estaba vacío, por lo que nadie falleció en la operación.
Maduro denuncia «noticias falsas» en EE.UU.
Sin aludir a las declaraciones de su homólogo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, comentó el martes que en Estados Unidos se difunden «noticias falsas», sin hacer mención a ninguna en particular.


Por su parte, el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino López, destacó, en otro acto, que el «imperialismo» no descansa en buscar «fracturar» la Fuerza Armada.
«No descansarán en tratar de dividirnos, de fracturarnos, de cortarnos, de segmentarnos y eso es prácticamente imposible», insistió Padrino López durante una actividad con militares en un cuartel en Caracas.
En el país sudamericano, además, circularon rumores en redes sociales que vinculaban el supuesto ataque anunciado por Trump con un incendio que afectó la planta química Primazol, ocurrido en la medianoche del 24 de diciembre.
La empresa, ubicada en la zona industrial de San Francisco, localidad vecina de Maracaibo, la capital del estado Zulia (oeste, fronterizo con Colombia), desmintió las versiones en un comunicado, al asegurar que el siniestro fue causado por un «accidente eléctrico» en su sistema de cableado.
Sin embargo, el presidente Petro insistió en su cuenta en X en las versiones difundidas en redes sociales sobre el supuesto ataque a una fábrica en Venezuela.
«Sabemos que Trump bombardeó una fábrica en Maracaibo; tememos que mezclan allí la pasta de coca para convertirla en cocaína, aprovechando la ubicación en el lago de Maracaibo», afirmó el gobernante colombiano, sin suministrar pruebas.


