Santo Domingo. – El 28 de agosto de 2004 quedó grabado para siempre en la memoria deportiva de la República Dominicana. Ese día, Félix Sánchez, conocido como “El Súper Sánchez”, conquistó la primera medalla de oro Olímpica del país al imponerse en la final de los 400 metros con vallas en los Juegos Olímpicos de Atenas.
Te puede interesar:Marileidy Paulino buscará su cuarto título de la Liga Diamante
Con un tiempo de 47.63 segundos, Sánchez cruzó la meta en primer lugar, dejando atrás a sus rivales y colocando en lo más alto la bandera dominicana. El logro representó un hito no solo para el atleta, sino también para toda una nación que celebró con júbilo el triunfo de su nuevo héroe.
Hasta ese momento, la República Dominicana solo había conquistado una medalla Olímpica: el bronce de Pedro Julio Nolasco en boxeo en Los Ángeles 1984. Veinte años después, el oro de Sánchez marcó el inicio de una nueva etapa para el deporte nacional.
El camino hacia la gloria
Sánchez llegó a Atenas con un palmarés impresionante. Ya había demostrado su talento en el escenario internacional al coronarse campeón mundial en 2001 y 2003, credenciales que lo señalaban como favorito para subir al podio. En Grecia, cumplió con las expectativas y escribió un capítulo dorado en la historia del atletismo dominicano.
Un legado que perdura
La gesta de Sánchez trascendió más allá de su oro en 2004. Su triunfo sirvió de inspiración para nuevas generaciones de atletas dominicanos, convencidos de que la excelencia en el deporte mundial era posible. Ocho años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el vallista repetiría la hazaña, sumando un segundo oro Olímpico a su brillante carrera y consolidando su figura como uno de los atletas más grandes de América Latina.
Un récord que sigue brillando
Han pasado 21 años desde aquel día en Atenas, pero la victoria de Félix Sánchez continúa siendo un símbolo de orgullo nacional. Su nombre permanece ligado al sacrificio, la disciplina y la gloria, convirtiéndose en un referente eterno para el deporte dominicano y en un ejemplo que aún inspira a jóvenes atletas a perseguir sus sueños.