Santo Domingo, RD. – En una entrevista realizada por las abogadas especialistas en migración, Sabet Cruz y Erika Reyes, el Mayor General retirado, Santo Domingo Guerrero Clase, arrojó luz sobre los retos de la inmigración haitiano y los retos que tiene el país para mantener una relación de paz en la zona fronteriza.
Guerrero Clase, una figura prominente del ejército de la República Dominicana, con vasta experiencia en la frontera domínico-haitiana, compartió sus profundos conocimientos y perspectivas sobre los retos de la inmigración haitiana y la dinámica de la relación binacional en el programa Migración 3.0. Sus declaraciones ofrecieron una visión detallada de la seguridad fronteriza, los mitos comunes y el papel de República Dominicana en el apoyo a Haití.
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Expresó que, contrario a lo que muchos piensan, los dominicanos y haitianos viven en paz y conviven de manera armoniosa, no en guerra como se quiere dar a entender.
«El dominicano y el haitiano conviven de manera normal en la frontera. Los problemas surgen cuando la situación se traslada a las capitales, a nivel estratégico. Las autoridades locales del CESFRON, el ejército, migración y aduanas, en coordinación con los consulados, logran resolver conflictos menores, como el robo de ganado, de forma amistosa sin necesidad de escalar a niveles superiores», expresó Guerrero Clase en el espacio televisivo.
Rol y desafíos del CESFRON durante gestión de Guerrero Clase
El mayor general Guerrero Clase explicó que el CESFRON (Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre) es una entidad especializada creada para mantener la seguridad y el control en los pasos fronterizos formales entre Haití y la República Dominicana. Aunque el Ejército es quien realmente controla toda la línea y franja fronteriza terrestre, el CESFRON opera de manera similar al CESAC (seguridad aeroportuaria) y el CESEP (seguridad portuaria), asegurando el ingreso regulado al territorio dominicano.
Según expresó, el reto más significativo que enfrentó durante su gestión al frente del CESFRON fue reorientar al personal militar, que estaba entrenado para la defensa nacional, hacia un rol de apoyo a las instituciones estatales que convergen en la frontera, como Migración, Aduanas, Agricultura, Salud Pública y los organismos de inteligencia. El objetivo era que los soldados entendieran su misión de facilitar la seguridad fronteriza, no solo de manera represiva, sino también apoyando a estas autoridades, fomentando un trabajo conjunto y en equipo.
En el programa enfocado en temas migratorios que se transmite por la plataforma De Último Minuto, el Mayor General retirado abordó el mito de que enseñar creole a los militares provocaría la «haitianización» de los soldados. Enfatizó que el conocimiento del criollo es crucial para una comunicación efectiva y para llegar a una solución amigable cuando se trata con una nación que habla un idioma diferente.
Destacó además la facilidad de los haitianos para aprender otros idiomas (francés, inglés, español) en contraste con la deficiencia del sistema educativo dominicano en la enseñanza de idiomas extranjeros.
