Santo Domingo.- Marcadas las 8:42 de la noche de este viernes, las luces del Teatro Nacional Eduardo Brito descendieron dando paso a una atmósfera de expectativa.
El telón se abrió y con él, se desató un torrente de emociones: “Forever Tango”, el majestuoso espectáculo argentino, dirigido por Luis Bravo, que rindió tributo a la sensualidad, la fuerza y la historia del tango.
Durante dos horas, seis parejas de bailarines deslumbraron con coreografías milimétricamente ejecutadas, donde cada giro, cada abrazo y cada pausa hablaban por sí solos. La elegancia del vestuario y la complicidad entre los cuerpos destacaron en escena.
Al son de una orquesta compuesta por siete músicos, que interpretaron clásicos con una potencia sonora envolvente, y la voz conmovedora de Marcela Rios, que supo imprimir matices emocionales a cada nota, el espectáculo no solo se limitó a mostrar pasos de baile.
Fue una narrativa, una crónica escénica que atravesó los orígenes del tango, su evolución, sus nostalgias y sus pasiones.
Entre pieza y pieza, hubo espacio también para el humor sutil, sin romper el hechizo de la elegancia. Cada detalle, desde la iluminación hasta los silencios, estuvo calculado con precisión artística, destilando virtuosidad en todo momento.
A las 10:33 de la noche, cuando finalmente se bajó el telón, los aplausos no cesaron. De pie, el público rindió homenaje a una función que no fue solo un espectáculo, sino una experiencia sensorial completa.
Los protagonistas Los verdaderos protagonistas de esta majestuosa expresión artística fueron los músicos Horacio Romo, Rodolfo Zanetti y Santiago Polimeni en los bandoneones; en el violín Diana LeGrand; en la viola George Pekarsky; en el cello Luis Bravo; en el bajo Héctor Pineda y en el piano Jorge Vernieri.
Asimismo, el cuerpo de bailarines está compuesto por las parejas de Juan Paulo Horvath y Natalia Turelli; Ariel Manzanares y María Noel Sciuto; Soledad Buss y César Peral; Pablo Vélez y Daniela Kizyma; Gonzalo Bogado y Jimena Toñanez; Sebastián Martínez y Ayelén Morando.
El show estuvo bajo la producción de Mónika Despradel, productora del evento bajo su sello MD Producciones.