El INABIE no solo arrastra escándalos por licitaciones amañadas. A lo largo de los años, la institución ha sido blanco de denuncias que involucran alimentos en mal estado, productos almacenados por más de una década y mochilas marcadas con logos políticos..
En septiembre de 2024, más de 50 estudiantes del centro educativo Herminia Pérez, en Pekín, Santiago, sufrieron vómitos y diarrea tras ingerir leche del desayuno escolar. El cambio de proveedor al iniciar el año lectivo encendió las alarmas sobre la calidad de los alimentos que reciben miles de niños cada día.
Ese mismo año, el INABIE anunció la quema de materiales escolares valorados en RD$68 millones, incluyendo mochilas, zapatos y pantalones almacenados desde 2013. La licitación original fue en 2012, pero nadie rindió cuentas por la compra ni por el deterioro.
Aunque estos hechos podrían parecer puntuales, forman parte de un patrón más amplio. En 2018, un video difundido en redes sociales mostró a estudiantes retirando un sticker con el logo de la Fundación de Lucía Medina, entonces diputada y hermana del expresidente Danilo Medina, para revelar debajo el logo del Ministerio de Educación.
Las mochilas habían sido distribuidas por el INABIE y provistas por la empresa Stone Blue SRL, que alegó “un error de producción por la prisa”. El Ministerio prometió una investigación, pero nunca se conocieron los resultados.
Para ADOCCO, todos estos episodios muestran cómo los recursos del 4 % del PIB asignado a la educación han sido utilizados sin control ni consecuencias.“No solo se afecta el presupuesto estatal. Cuando se compra mal, el estudiante recibe un producto de mala calidad, y eso es inaceptable”, advirtió De la Rosa.
El historial del INABIE, es un ejemplo de cómo los intereses privados han convertido el bienestar estudiantil en un espacio de negocios sin sanción.