

Cada 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, una jornada clave para reflexionar, exigir y actuar en favor del derecho de todas las mujeres y niñas del mundo a gozar de una salud integral, digna y libre de violencia.
La efeméride, más que un recordatorio, es un grito global contra las desigualdades estructurales que siguen afectando la salud femenina, especialmente en contextos de pobreza, exclusión y conflicto.
Origen del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres
La fecha fue instaurada en 1987 durante una asamblea de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos, en la que participaron activistas de distintos países que alzaron la voz frente a las problemáticas invisibilizadas que afectan la salud de las mujeres en todo el mundo.
En esa reunión histórica se subrayó con especial preocupación el alarmante número de muertes maternas evitables, una problemática que aún hoy cobra la vida de más de 800 mujeres cada día en contextos de bajos ingresos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Más que enfermedades: una cuestión de derechos
La salud de las mujeres no puede limitarse a lo biológico. Requiere un enfoque integral que considere también los factores sociales, culturales, económicos y políticos que determinan su bienestar físico, emocional y mental.
Temas como la violencia de género, la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, los embarazos adolescentes no deseados, las prácticas médicas sin consentimiento, la desnutrición o la salud mental invisibilizada, son apenas algunas de las múltiples dimensiones que exigen atención urgente.
Además, en muchas comunidades, las mujeres enfrentan barreras adicionales como el analfabetismo, el machismo institucionalizado y la falta de autonomía económica, que limitan su capacidad de acceder a información oportuna y atención médica adecuada.
Las niñas, también en riesgo


La salud de las niñas es otro frente prioritario. Muchas menores son víctimas de prácticas como la mutilación genital femenina, matrimonios forzados a edades tempranas o embarazos infantiles que ponen en grave riesgo su vida y su futuro.
En numerosos países, las niñas siguen siendo privadas del derecho a una educación sexual integral, lo que perpetúa ciclos de desinformación, abuso y pobreza. Proteger su salud desde la infancia es clave para garantizar mujeres fuertes, libres y empoderadas en la adultez.
Una campaña por la salud integral
Desde su creación, esta jornada ha sido impulsada activamente por la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), que promueve una visión transformadora de la salud, centrada en la autonomía, la equidad y la justicia social.
Bajo el lema “Nuestro cuerpo, nuestro territorio”, las campañas de este movimiento exigen que la salud sea entendida no como un privilegio, sino como un derecho humano fundamental, inseparable de otros derechos como la educación, la seguridad, la participación política y la igualdad de oportunidades.
¿Cómo podemos sumarnos a esta causa?
El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres no es solo para profesionales de la salud o activistas. Cualquiera puede sumarse a la causa con acciones pequeñas pero significativas:
- Informarse y compartir: Conocer y divulgar los principales problemas de salud que enfrentan las mujeres en tu comunidad y en el mundo.
- Apoyar a organizaciones: Existen muchas ONG y colectivos que trabajan por los derechos de las mujeres. Apóyalos con tu voz, tiempo o donativos.
- Exigir políticas públicas con enfoque de género: La salud debe estar presente en la agenda política como una prioridad, y con perspectiva de género.
- Romper estigmas: Hablar abiertamente sobre temas como la menstruación, el aborto, el placer sexual, la depresión posparto o la menopausia es parte del cambio.
- Cuidarse y cuidar: Promover una cultura de autocuidado, respeto, acompañamiento y solidaridad entre mujeres.
Por un futuro donde la salud no sea un lujo


En pleno siglo XXI, no puede seguir siendo normal que una mujer muera por falta de atención durante el parto, que una joven sufra violencia obstétrica, o que una niña no tenga acceso a vacunas ni a educación sexual.
El 28 de mayo no es solo un día para hablar de salud. Es un día para recordar que el derecho a una vida plena comienza con el respeto al cuerpo de las mujeres, su autonomía y sus decisiones. Es una fecha para actuar, desde lo individual y lo colectivo, por un mundo más justo, saludable y humano para todas.