Santo Domingo, RD.- La comunicadora Mariasela Álvarez aclaro en su programa de televisión que sólo forma parte de dos de las cuatro querellas interpuestas contra varios comunicadores por difamación debido a las acusaciones de que ella y otros periodistas habrían recibido fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
«No todos estamos en las cuatro querellas. Son cuatro, hay una donde estamos todos, que es la del señor Johnny Arrendel y luego, en nuestro caso, estamos en la de Alfredo de la Cruz. En las otras dos no estoy yo», dijo Álvarez.
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En otro orden, la comunicadora expresó que decidió iniciar este proceso debido a una campaña que se difundió muy rápidamente en medios digitales, acusándola de haber recibido fondos de la USAID, lo que negó categóricamente.
«Nunca he recibido, bajo ningún contexto, por ningún tipo de trabajo, ni oficial ni extraoficialmente».
«Y mucho menos para promover ninguna agenda prohaitiana, profusión, cosa que nunca he hecho y nunca han podido encontrar ningún video en donde yo insinue una fusión o promueva algo similar», destacó Mariasela.
Señaló que es importante la unión de un grupo de periodistas para defender el derecho que tienen los seres humanos al buen nombre.
Sobre la querella contra comunicadores
Los periodistas Marino Zapete, Edith Febles, Altagracia Salazar y la comunicadora Mariasela Álvarez, presentaron querellas penales ante el Ministerio Público contra varios comunicadores, a quienes acusan de incurrir en actos de difamación, injuria y desinformación a través de medios y plataformas digitales.
Los demandantes aseguran que Juan Aníbal Arrendel Núñez, Alfredo de Dios de la Cruz Carvajal, Pedro Manuel Casals y Aquiles Jiménez Fernández, han emitido señalamientos públicos reiterados sin sustento, afectando su honor y dignidad.
En un comunicado, los querellantes explican que esta medida no busca silenciar críticas ni restringir el debate público, sino «proteger a la ciudadanía frente al uso abusivo de plataformas comunicacionales» y «reivindicar el debate respetuoso en una cultura democrática».
El documento conjunto dirigido a los medios argumenta que, aunque cada querella responde a circunstancias particulares, todas coinciden en un mismo propósito: sanear el espacio público, promover un debate respetuoso y aportar a una cultura democrática donde las diferencias se aborden con argumentos y pruebas, no con agravios.
