Santo Domingo.– El traslado del feriado por el Día Internacional del Trabajador al próximo lunes 5 de mayo ha provocado un notable movimiento de ciudadanos hacia el interior del país, aprovechando el fin de semana largo para descansar, compartir en familia o dedicarse a la reflexión personal.
Durante un recorrido por distintas terminales de autobuses de la capital, se observó un flujo constante de pasajeros con destino a localidades como Constanza, Santiago, Gaspar Hernández, San Francisco de Macorís y Nagua. Cada viaje encierra una motivación particular: Antonio Romero se dirigía a visitar a sus hijos; Richard planeaba disfrutar del campo y una tradicional gallina criolla; y Milady Lara, visiblemente emocionada, dijo que lo que más ansiaba era “volver a respirar el aire puro de Constanza. Eso me llena el alma”, expresó.
Leer más: Feriado de la Virgen de la Altagracia deja dos fallecidos
Algunos ciudadanos, como Ángel, comentaron que aprovecharán este tiempo para extender el ambiente festivo que les dejó la Semana Santa. Pero no todo es celebración: para otros, como Fausto Acosta y Marlene Sosa, estos días representan un espacio para reconectar con su fe. “Hay que buscar de Dios y prepararnos para lo que venga”, coincidieron.
También hubo quienes adoptaron un enfoque más crítico sobre el uso del tiempo libre. Un ciudadano, que prefirió no identificarse, instó a dejar el “teteo” y a centrarse en los retos nacionales. “Es tiempo de reflexionar, apoyar al presidente y poner cada quien de su parte”, opinó.
El feriado, más allá de su significado original, se ha convertido para muchos dominicanos en una pausa necesaria frente al ajetreo cotidiano. Ya sea bajo el canto de los gallos en el campo, entre risas de dominó en una galería o a orillas de un río, estos días ofrecen una oportunidad para reconectar con lo esencial: la familia, la fe y la tranquilidad.