Leonardo da Vinci murió el 2 de mayo de 1519 a los 67 años. Según el relato transmitido por Giorgio Vasari, el artista falleció en su cama en brazos del rey Francisco I.
El último suspiro de este gran genio en en el tranquilo castillo de Clos-Lucé, en el Valle del Loira (Francia), está rodeado de un silencio con pocas respuestas.
Durante los últimos tres años de su vida, da Vinci dedicó su tiempo a dibujar y a enseñar, además de trabajar en proyectos de urbanismo, arquitectura y diseño de canales, según información proporcionada por el Castillo de Amboise.
Pese a que no existe un certificado médico que aclare la causa de su muerte, los testimonios históricos indican que Leonardo sufrió un accidente cerebrovascular, lo que le hizo perder la movilidad de su mano derecha, aunque su mente permanecía lúcida.
Leonardo fue enterrado con certeza en la colegiata de Saint Florentin en el castillo de Amboise el 12 de agosto de 1519, pero la ubicación actual de sus restos no está clara. Gran parte del castillo de Amboise sufrió daños durante la Revolución Francesa , lo que llevó a la demolición de la iglesia en 1802. Algunas de las tumbas fueron destruidas en el proceso, esparciendo los huesos enterrados allí y dejando así el paradero de los restos de Leonardo sujeto a disputa.
Casi 60 años después, Arsène de Houssaye, inspector de museos provinciales, que se labró una reputación de «historiador novelero» se propuso localizar la tumba de Leonardo. Le asistieron en sus excavaciones el intendente de palacio, un pintor de escenas históricas y un inspector de Bellas Artes.
Encontraron ocho sepulturas. En una de ellas, había un esqueleto de un varón de 1,77 m., vestigios de barba y cabellos blancos con los pies orientados hacia el altar mayor, lo que indicaba que se trataba de un laico.
Houssaye identificó los restos óseos como pertenecientes a Leonardo da Vinci, que fueron trasladados a la capilla de San Huberto, en los terrenos del castillo de Amboise, en 1871. La capilla de San Huberto, diseñada en estilo gótico flamígero, alberga en su interior el lugar de enterramiento de Leonardo da Vinci, rodeado de setos bajos y con un emblema de la cabeza y los hombros del artista grabado en relieve sobre un disco redondo. En la base de la tumba, en una sencilla escritura, aparece el nombre de Leonardo da Vinci.
Un ADN para aclarar
Leonardo da Vinci no dejó esposa ni hijos ya que nunca se casó ni se le conocen relaciones románticas formales. Según las investigaciones recientes Leonardo da Vinci tiene 14 parientes varones vivos. Este nuevo árbol genealógico podría ayudar algún día a los investigadores a determinar si los huesos enterrados en una capilla francesa pertenecen al genio italiano.
Los historiadores Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato han dedicado más de una década a rastrear la genealogía del famoso pintor de la «Mona Lisa». Su mapa abarca 690 años, 21 generaciones y cinco ramas familiares, y será vital para ayudar a los antropólogos a secuenciar el ADN de da Vinci mediante la secuenciación de sus descendientes, según los investigadores.
Su legado: El genio que trascendió la muerte
Da Vinci fue reconocido pro tanto por su obra pictórica, como por sus estudios matemáticos, acústicos, botánicos, ópticos, geológicos y anatómicos. Existen más de siete mil páginas de sus cuadernos y apuntes que han servido para conocer la mente de este visionario.
Fue el inventor de la servilleta de mano, los engranajes, los planeadores, vehículos blindados, pionero en el conteo de anillos para conocer la edad de los árboles y en la anatomía.
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Se conservan aproximadamente 20 de sus pinturas, entre las más icónicas se encuentran La Dama del Armiño, La Última Cena y La Gioconda. Otras de sus pinturas son La Ginebra de Benci, Madona Benois, Virgen del Clavel, La Anunciación, La adoración de los Magos, Madona Litta, La Belle Ferronière, La Battalla de Anghiari. Por último, están las que se consideran perdidas como, Leda y el Cisne, y La Medusa.
Fue pionero del método científico moderno: observación directa, experimentación, registro detallado y razonamiento lógico.
Fue un filósofo natural que buscó entender el universo desde una perspectiva racional y estética al mismo tiempo. Su legado como pensador renacentista sigue inspirando a científicos, artistas y humanistas hasta el día de hoy.