Asunción.- La Policía Nacional de Paraguay halló este lunes la tobillera electrónica que llevaba el antiguo jefe de la Policía de Carreteras de Brasil Silvinei Vasques, condenado por la trama golpista de Jair Bolsonaro, y quien fue detenido el pasado viernes en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, que sirve a Asunción, cuando intentaba huir a El Salvador.
El artefacto se descubrió detrás de un lavatorio de manos en un baño de la terminal de buses de la localidad paraguaya Ciudad del Este, vecina de la brasileña Foz de Iguazú, por personal de servicio que hacía la limpieza y dio parte a la Policía.
«Nos apersonamos en el lugar y pudimos constatar que era una tobillera electrónica», dijo el director de la Comisaría de Barrio Obrero de Ciudad del Este, Fernando Valenzuela, al canal local NPY.
Al presumir que se trataba de un artefacto de origen brasileño por sus características y número de serie, la Policía Nacional se puso en contacto con el Comando Tripartito -que conforman las autoridades migratorias de Paraguay, Argentina y Brasil-, que finalmente confirmó que era el que llevaba Vasques.


Vasques suplantó identidad para huir
Paraguay expulsó de forma sumaria a Vasques el pasado viernes, después de detectar que el antiguo colaborador de Bolsonaro intentaba huir de la Justicia de su país usando un pasaporte genuino, pero que no le pertenecía.
Valenzuela dijo al respecto que presume que Vasques cruzó el Puente de la Amistad, rompió su tobillera electrónica y tomó un autobús hasta Asunción, donde suplantó la identidad de un paraguayo para intentar viajar hasta El Salvador.
El pasado 16 de diciembre, a Vasques se le condenó por parte del Supremo dentro del juicio contra los últimos cinco acusados de la intentona golpista orquestada por Bolsonaro, quien ya cumple una pena de 27 años de prisión.
No obstante, Vasques aún no había pasado a cumplir la pena en régimen cerrado porque la sentencia aún no es firme, ya que todavía se puede apelar el fallo.
El Supremo halló culpable a Vasques de estar detrás de una operación en la segunda vuelta de las elecciones de 2022 para dificultar la llegada de electores a los centros de votación en feudos tradicionalmente de la izquierda y favorecer así a Bolsonaro, que al final salió derrotado por el actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva.


