La Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país, decidió este jueves mantener sus protestas contra el decreto que retiró la subvención a los combustibles, incluida una huelga indefinida que por el momento solo cumplen los mineros que trabajan para el Estado.
En una reunión que se realizó esta tarde en La Paz, los sindicatos agrupados en la COB decidieron «seguir con la movilización, con el paro (huelga) general indefinido escalonado», dijo a los medios el máximo dirigente de la entidad sindical, el minero Mario Argollo.
Los sindicatos que se manifiestan a diario desde el lunes en La Paz, mayormente de mineros, permanecerán en esta ciudad que es la sede del Gobierno y el Ejecutivo de Bolivia, y continuarán con sus protestas incluso «pese a los feriados (festivos)» por las fiestas de fin de año, indicó.
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Según Argollo, también se definió que haya marchas en las nueve regiones y «se ha determinado socializar aun más este decreto» para que la población comprenda que es «dañino» para los trabajadores y «para la economía del país», porque, según dijo, servirá para «enajenar» los recursos naturales del país.
Antes de la reunión, en la que se evaluó el impacto de las manifestaciones, los sindicalistas volvieron a marchar en contra del decreto, aunque en menor número que en los días previos.
La COB, que fue aliada política de los Gobiernos de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025), convocó desde el lunes a una huelga general e indefinida que solamente cumplen los mineros que trabajan para el Estado.
Otros sectores, como los transportistas, comerciantes y los mineros que operan bajo el sistema de cooperativas, cesaron sus protestas tras lograr acuerdos con el Ejecutivo, mientras que las marchas de la COB han sido rechazadas por la población en La Paz.


