Santo Domingo.– La Major League Baseball (MLB) ya había sancionado previamente al lanzador dominicano Emmanuel Clase por el uso indebido de su teléfono celular durante partidos oficiales, antes de que se hiciera pública la investigación por apuestas ilegales en la que está implicado junto a su compañero Luis Ortiz, según reveló una investigación de The Athletic.
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De acuerdo con el medio especializado, dos personas con conocimiento directo del caso confirmaron, bajo condición de anonimato, que la liga disciplinó al estelar cerrador de los Cleveland Guardians por infringir las reglas relacionadas con el uso de dispositivos electrónicos durante los encuentros.
Aunque la acusación formal no establece que Ortiz utilizara directamente su celular para cometer las infracciones, sí señala que Clase habría recibido compensación económica para coordinar acciones con apostadores en representación de su compañero. La MLB declinó ofrecer comentarios al respecto, mientras que los abogados de ambos lanzadores han reiterado públicamente su inocencia.
Vigilancia estricta y antecedentes
En cada juego de Grandes Ligas, personal designado por la MLB supervisa estrictamente el uso de teléfonos móviles por parte de los jugadores. Este sistema de control fue implementado tras los escándalos de robo electrónico de señas que sacudieron el béisbol en la última década, incluido el caso de los Astros de Houston en la Serie Mundial de 2017.
Actualmente, esas mismas normativas se han convertido en un elemento clave dentro de la investigación por apuestas ilegales que involucra a Clase y Ortiz. Durante las temporadas 2023 y 2024, período en el que los fiscales aseguran que Clase ya participaba en el esquema, el uso de celulares estaba completamente prohibido durante los partidos.
Antes del inicio de la temporada 2025, la liga y el sindicato de jugadores acordaron flexibilizar la política, permitiendo el uso de teléfonos dentro del clubhouse durante los encuentros, siempre que fuera exclusivamente para uso personal, una medida adoptada tras la introducción de tecnologías como PitchCom, que redujeron significativamente el riesgo de robo de señas.
Riesgo de sanciones severas
Las consecuencias para los jugadores podrían ser extremas. Si la MLB concluye que violaron la regla más estricta del béisbol —la prohibición absoluta de apostar en partidos del deporte— ambos podrían enfrentar sanciones de por vida. A esto se suman posibles infracciones relacionadas con el uso indebido de dispositivos electrónicos.
Según los fiscales, el 17 de mayo pasado, durante un partido ante los Rojos de Cincinnati, Clase habría enviado un mensaje de texto a un apostador preguntando si estaba “listo”. Minutos después, varios apostadores habrían ganado cerca de 10 mil dólares cuando el lanzador realizó de manera deliberada un envío fuera de la zona de strike.
Un episodio similar habría ocurrido el 26 de abril frente a Boston, cuando Clase incluso habría realizado una llamada telefónica durante el desarrollo del partido.
Un desafío para la integridad del béisbol
El caso ha puesto de manifiesto cómo regulaciones diseñadas originalmente para combatir el robo de señas ahora sirven para destapar un problema aún más delicado: la influencia de las apuestas deportivas dentro del terreno de juego.
Como advierte The Athletic, la MLB enfrenta el desafío de proteger la integridad del deporte en una era donde la tecnología, el dinero y el juego ilegal convergen de forma cada vez más peligrosa.


