Carolina del Norte, EE. UU. – El ex piloto de NASCAR Greg Biffle, su esposa Cristina y sus dos hijos perdieron la vida este jueves tras el accidente de un jet privado propiedad del ex corredor, ocurrido mientras la aeronave intentaba aterrizar en el Aeropuerto Regional de Statesville, en Carolina del Norte.
Te puede interesar:Carlos Sainz: «Creo que estamos en un momento idóneo para aspirar a todo
De acuerdo con información confirmada por autoridades federales y un congresista del estado, el Cessna C550 transportaba a seis personas —entre ellas la familia Biffle, otro pasajero y el piloto— cuando se estrelló poco antes de las 10:30 de la mañana, provocando un incendio en la pista. Equipos de emergencia acudieron de inmediato al lugar.
El congresista Richard Hudson expresó su pesar a través de redes sociales, destacando no solo la carrera deportiva de Biffle, sino también su calidad humana y vocación de servicio.
“Greg fue un gran campeón de NASCAR que emocionó a millones de fanáticos, pero también una persona extraordinaria, recordada por ayudar a los demás dentro y fuera de la pista”, manifestó Hudson.
Biffle, de 55 años, era ampliamente reconocido en el automovilismo estadounidense. Ganó 19 carreras en la NASCAR Cup Series y fue campeón de la Busch Series, además de mantenerse activo en labores humanitarias tras su retiro parcial de la competencia.
Amigos cercanos de la familia confirmaron que el viaje tenía como destino una visita personal. La noticia ha generado múltiples muestras de dolor y solidaridad dentro de la comunidad del automovilismo y del deporte estadounidense en general.
Según datos preliminares, la aeronave había despegado minutos antes del accidente y regresó al aeropuerto tras presentar dificultades. Las condiciones climáticas incluían nubosidad y ligera llovizna al momento del siniestro.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente.
La trágica muerte de Greg Biffle y su familia deja un profundo vacío en el mundo del deporte motor y entre quienes lo recuerdan como un competidor valiente y un ciudadano comprometido con su comunidad.


