Estados Unidos.- Una mujer de 42 años, madre de tres hijos y exdirectora de programas infantiles en una parroquia de Carolina del Sur, denunció la presunta conducta inapropiada del ahora arzobispo de la Iglesia Anglicana en Norteamérica, Stephen Wood.
El incidente habría tenido lugar en la oficina del reverendo en abril del año pasado, cuando el hombre, de 60 años en ese entonces, la atrajo por la nuca e intentó besarla sin su consentimiento, informó The Washington Post. Un hecho inquietante, tanto para la Iglesia como la propia denunciante, es que esa tentativa estuviera precedida por tres pagos sorpresa: con un cheque, a través de un banco y en efectivo, por un valor total de 3.500 dólares desde noviembre de 2022.
Puesto que tenía problemas económicos como madre soltera, la mujer había aceptado las bonificaciones, incluida una que supuestamente provenía «de un admirador anónimo que pensaba que ella hacía un trabajo increíble», pero pidió formalizar esos pagos.
Finalmente, la mujer decidió renunciar a su trabajo en la parroquia. Eso sucedió en junio de 2024, dos meses después del incidente y justo antes de que Stephen Wood fuera elegido arzobispo, o sea, líder máximo de esa congregación cristiana en EE.UU. y Canadá.
También puedes leer: Arzobispo de Santiago deplora feminicidios y urge a reforzar la educación en valores
«Quedé devastada cuando se convirtió en arzobispo. Era responsabilidad de los obispos investigarlo, y fracasaron estrepitosamente», confesó la mujer.
Sus acusaciones, presentadas formalmente dentro de la congregación, pueden derivar en un juicio eclesiástico. Una junta de investigación interna determinará pronto si los hechos lo ameritan. Una portavoz de la Iglesia subrayó que el presunto incidente fue anterior al mandato arzobispal de Wood, quien está casado y es padre de cuatro hijos.
El arzobispo por su parte, aseguró que no cree «que estas acusaciones tengan fundamento alguno» y expresó su confianza en las formas de clarificar los hechos previstos en los cánones de la Iglesia.
La congregación afectada es fruto de una escisión, en 2009, de cristianos preocupados por la dirección doctrinal de la Iglesia Episcopal de EE.UU. y la Iglesia Anglicana de Canadá. Cuenta con más de 1.000 parroquias y al menos 130.000 feligreses.
