Santo Domingo.– El presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, Luis Henry Molina, encabezó la apertura de la Primera Conferencia Internacional de Justicia Abierta, que reúne en Santo Domingo a 361 líderes, jueces, académicos y representantes ciudadanos de 21 países, con el propósito de repensar el rol de la justicia en sociedades en transformación.
Durante su intervención, Molina afirmó que vivimos en una época de profundos cambios sociales y tecnológicos, por lo que “abrir la justicia ya no es solo una opción estratégica, es una necesidad imperiosa para fortalecer la democracia”. Resaltó que el Poder Judicial dominicano ha avanzado en su proceso de transformación institucional, colocando a las personas en el centro del sistema de justicia y reconociendo a los usuarios como sujetos activos y participativos.
El magistrado agradeció el respaldo de la Alianza para el Gobierno Abierto, la República Federal de Alemania y diversas organizaciones internacionales que hicieron posible la realización del evento. Señaló que la conferencia permitirá compartir soluciones innovadoras en áreas como la justicia digital, la transparencia y la participación ciudadana.
“En tiempos donde los hechos ceden ante las percepciones, la justicia abierta pasa de ser una aspiración a convertirse en una necesidad imperiosa. Abrir la justicia es abrir la confianza y la certeza comprometida”, expresó.
Entre los avances presentados, destacó herramientas como la Juriteca, el Observatorio Judicial y el Tablero de Transparencia, iniciativas que promueven el acceso libre a información y datos en tiempo real, contribuyendo a una gestión más transparente del sistema judicial.
Molina enfatizó que la transformación de la judicatura va más allá de la digitalización o los cambios normativos: “la mayor transformación es ética, orientada al servicio y a las personas”. Agregó que la legitimidad no se decreta, sino que se construye a diario con hechos, principios y voluntad de cambio.
Finalmente, el magistrado consideró que esta conferencia representa un hito regional y propuso convertirla en un pacto entre instituciones y ciudadanía, enfocado en consolidar un modelo judicial más abierto, humano, equitativo y generador de confianza.


