Jarabacoa, RD.- Ubicado a dos horas y diecisiete minutos de la capital, en pleno corazón montañoso de la República Dominicana, existe un lugar que parece sacado de un cuento de muñecas. Se trata de“Serie 50”, un espacio pintoresco en Jarabacoa que combina arte, gastronomía y color en cada rincón.
La primera impresión al llegar es inevitablemente sorprendente, dos enormes esculturas de cerdos reciben a los visitantes en la entrada, rodeadas de flores, detalles vintage y hasta una bicicleta decorada que capta la atención desde lo lejos. Al cruzar sus puertas, la experiencia se convierte en un viaje visual, frases icónicas en las paredes, muebles retro, pasillos adornados con murales coloridos y una casa de dos niveles cuyas pinturas invitan a detenerse para capturar fotografías que parecen postales vivientes.
El color rosado, predominante en todo el espacio, no es casualidad. Según su creador, el empresario, Mikey Disla, fue escogido para atrapar la atención de los niños y dar identidad a un concepto que no se parece a ningún otro.








Una historia de reinvención


“Serie 50” nació en 2020, en medio de los retos que dejó la pandemia y en la búsqueda de nuevas oportunidades. Mikey, diplomático de carrera, enfrentó dificultades económicas que lo llevaron a replantear su futuro. Fue entonces cuando la cocina apareció como su tabla de salvación.
“Tuve que aprender a cocinar. Producto de eso salí del gobierno y decidí crear algo que fuera a la par conmigo”
Su visión se potenció tras un viaje a Colombia, donde conoció el famoso restaurante Andrés Carne de Res, que se convirtió en su gran inspiración.


“De allá traje la idea de que se puede comer bien, rodeado de arte y alegría. Aquí no hay nada copiado: todo lo que ves es original, pero Andrés Carne de Res me mostró que algún día yo podía soñar con algo similar”, relata Disla.
El proyecto tomó forma con un homenaje especial: el cerdo. El escultor Fausto Contreras dio vida a las piezas gigantes que hoy son emblema del lugar, un tributo a uno de los alimentos más presentes en la mesa dominicana. “El dominicano come cerdo tres veces a la semana: en salami, chuleta, jamón… Lo que hicimos fue rendirle homenaje con arte”, explica el fundador.
Gastronomía con sello propio
Además de su estética encantadora, Serie 50 se distingue por su propuesta gastronómica. Su menú ofrece platos que llevan nombres originales y que giran en torno a la cocina dominicana, siempre con un toque creativo.






Entre los más populares se encuentran el plato Serie 50 (arroz, habichuelas y carne), las empanadas de chicharrón, el mofongo de camarones, el chofán de chicharrón, el ceviche de chicharrón y la especialidad Loma Miranda, todos diseñados para resaltar el sabor criollo con un guiño moderno.
El ambiente no se limita a la comida. El restaurante también se ha convertido en un espacio cultural: allí se respira música en vivo, se apoya el talento local y se ofrece un escenario donde lo tradicional y lo contemporáneo se mezclan.
Un destino para todos
Ubicado en La Confluencia, rodeado de montañas, clima fresco y paisajes que enamoran, “Serie 50” se ha consolidado como un destino turístico y gastronómico. Es más que un restaurante: es un homenaje a la creatividad dominicana, un rincón donde cada detalle cuenta una historia y donde el lema de Mikey se cumple al pie de la letra:
“Aquí no hay fallo”