Cada 25 de agosto se celebra el Día Mundial de los Peluqueros, una fecha dedicada a reconocer la labor de quienes se encargan del estilismo y cuidado del cabello, convirtiendo cada corte, peinado o afeitado en una expresión de creatividad y personalidad.
La conmemoración tiene raíces históricas que se remontan a la Edad Media. Durante el reinado de Luis IX de Francia (1261-1270), su peluquero fue elevado a la categoría de hombre libre, igualándose en estatus a caballeros, jueces, médicos y magistrados de la época. Esta decisión, que simboliza el reconocimiento del arte de la peluquería, es la base de la fecha actual.
Históricamente, el cuidado del cabello también fue un signo de estatus. En la antigua Grecia y Egipto, eran los esclavos quienes se ocupaban del arreglo del cabello de sus amos, un oficio que con el tiempo evolucionó hacia una profesión independiente y creativa.
Los peluqueros, peluqueras, barberos y estilistas no solo transforman la apariencia de sus clientes, sino que también marcan tendencias de belleza y estilo. El cabello es más que una simple extensión del cuerpo: es un lienzo que refleja personalidad, actitud y creatividad.
Perfil del profesional de la peluquería
Para destacar en esta profesión, un peluquero debe ser amable, comunicativo y hábil con las manos, además de tener sentido artístico, creatividad y buen ojo para el color y la forma. Mantenerse actualizado en técnicas modernas, tratamientos capilares y efectos de los productos químicos sobre el cabello es esencial para ofrecer un servicio seguro y profesional.
La profesión ha experimentado un rejuvenecimiento en la última década, impulsado por Internet y las redes sociales, que han popularizado nuevas tendencias y estilos. La barbería, en particular, ha vivido un auge sin precedentes, con un creciente número de hombres que buscan cuidados personalizados y jóvenes que deciden formarse en este arte.
Hoy, los peluqueros son reconocidos como auténticos creadores de estilo, contribuyendo al bienestar y la confianza de sus clientes, mientras transforman el cabello en un reflejo de identidad y personalidad. Celebrar su día es, entonces, rendir homenaje a una profesión que combina arte, técnica y pasión.


