Redacción.- Cada 29 de julio se celebra el Día Mundial de la Lasaña, una fecha dedicada a resaltar la exquisitez de este plato tradicional que tiene un fuerte arraigo en Italia. Esta celebración busca honrar la versatilidad y el sabor inigualable de la lasaña, que ha conquistado paladares a lo largo y ancho del planeta.
Una de las características más destacadas de esta preparación es su versatilidad en términos de ingredientes: puede incluir una variedad de componentes, desde carnes y pescados hasta verduras frescas de temporada. Esta flexibilidad permite que cada maestro cocinero aporte su toque personal y cree versiones únicas que reflejan su estilo.


La revista culinaria Taste Atlas describe a la lasaña como “un tipo de pasta tradicional italiana que se utiliza para preparar una variedad de platos de lasaña que consisten en láminas finas de pasta intercaladas con una mezcla de ingredientes sabrosos y horneadas en el horno. Esta es probablemente una de las primeras formas de pasta y algunos creen que su antecesor fue el laganon o lasanon griego”.
La lasaña es conocida por su versatilidad en ingredientes, pudiendo incluir desde carnes y pescados hasta verduras frescas de temporada.


Además, indicaron que “el término lasaña se acuñó en Trento en el siglo XVI y el plato se reservaba para los días festivos. En el siglo XIX, comenzaron a surgir platos de lasaña al horno, especialmente en el sur. El plato de lasaña más famoso es la lasaña a la boloñesa y se puede encontrar en la mayoría de los restaurantes de Bolonia”.
Los chefs de todo el mundo han desarrollado diversos secretos para preparar la lasaña y darle un toque de autor. Desde la selección de ingredientes frescos y de alta calidad hasta técnicas de cocción específicas, cada maestro cocinero aporta su experiencia y creatividad para elevar este plato clásico.
¿Qué es la lasaña?
La lasaña es un plato que se prepara al horno, elaborado con varias capas o láminas de pasta, con diversas opciones de relleno: carne picada, pollo, pescado o vegetales. No puede faltar una buena salsa preparada con tomates y aderezada con queso fundido.
La palabra lasaña proviene del término griego «lasanon» y del latín «lasanum», referido al envase o cazuela en el que se cocinaba.
Orígenes de la lasaña
Algunos expertos e historiadores culinarios estiman que uno de los antecedentes históricos de este plato proviene del lasanon, un pastel plano griego. Se cortaban en forma de tiras anchas y largas, rellenas con legumbres y queso, denominándose posteriormente lagum.
En la Antigua Roma el filósofo y político romano Marco Tulio Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.) mencionaba en algunos de sus textos su predilección por el lagum.
Posteriormente, los hechos bélicos y culturales suscitados entre Grecia y el Imperio Romano propiciaron la introducción de este plato en Italia.
¿Cómo se prepara la lasaña?
La versión clásica y tradicional de este plato consiste en láminas de pasta con salsa boloñesa, preparada con carne picada, tomates frescos, vegetales y queso gratinado. No puede faltar la salsa bechamel, bien espesa y cremosa. Estos ingredientes se intercalan entre cada capa de pasta y luego se hornea durante unos 20 minutos.
Los ingredientes y el modo de preparación de la lasaña varían, de acuerdo a la región donde se prepara.