Nueva York.– En la ciudad que nunca duerme, quienes atienden emergencias y salvan vidas enfrentan una paradoja: su salario es inferior al de quienes reparten comida a domicilio. Más de 4,000 profesionales de los servicios médicos de emergencia en Nueva York han alzado la voz para exigir una mejora salarial, argumentando que su remuneración actual, de$18.94 por hora, los coloca en desventaja frente a otros trabajadores esenciales.
El contraste es evidente. Mientras los repartidores de alimentos han logrado que la ciudad les garantice un pago mínimo de $21.44 por hora, los paramédicos y técnicos de emergencias del Departamento de Bomberos siguen rezagados, pese a la alta demanda y el riesgo inherente a su labor. Oren Barzilay, presidente del sindicato 2507 de EMS del FDNY, calificó la situación como un “fracaso moral” y advirtió sobre una inminente crisis de personal si no se atienden sus demandas.
Barzilay alertó que, de no producirse un ajuste, hasta el 70% de los trabajadores podría abandonar sus puestos en los próximos cinco años, lo que pondría en jaque la capacidad de respuesta ante situaciones críticas. Además, subrayó que la mayoría de la fuerza laboral está compuesta por mujeres y personas de comunidades minoritarias, quienes enfrentan dificultades para cubrir gastos básicos como vivienda y alimentación.
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Las cifras refuerzan el reclamo: en 2024, los equipos de emergencia respondieron a más de 1.6 millones de llamados, un aumento significativo respecto a los años anteriores. Sin embargo, su salario inicial apenas supera los$39,000 anuales, muy por debajo de lo que perciben policías y bomberos en la misma ciudad, e incluso de lo que ganan sus pares en condados vecinos.
El sindicato exige a las autoridades municipales y al próximo alcalde que prioricen la dignidad y el bienestar de quienes, día tras día, arriesgan todo por la seguridad de los neoyorquinos.