Cada 13 de julio, el mundo conmemora el Día Mundial del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), una fecha dedicada a informar, sensibilizar y desestigmatizar esta condición neurobiológica que afecta a millones de personas, especialmente niños, pero que también se manifiesta en adultos.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por tres tipos principales de síntomas: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Puede presentarse de forma combinada o con predominancia de uno de estos síntomas. No se trata de una “mala crianza” ni de una “etapa”, sino de un patrón persistente que afecta significativamente la vida escolar, familiar y social de quien lo padece.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TDAH afecta entre el 5 y el 7% de los niños en edad escolar, y en muchos casos persiste en la vida adulta.
Este día es impulsado por diversas asociaciones, familias, profesionales de la salud y personas con TDAH que buscan romper con los prejuicios. A menudo, quienes padecen este trastorno son etiquetados como “inquietos”, “rebeldes” o “desobedientes”, cuando en realidad enfrentan desafíos neurológicos que requieren comprensión, diagnóstico temprano y acompañamiento adecuado.
El 13 de julio fue elegido como jornada de reflexión global para visibilizar la importancia del acceso a la evaluación y tratamiento multidisciplinario, así como para fomentar la inclusión educativa y laboral.
En muchos países, especialmente de América Latina y el Caribe, todavía existe desinformación, falta de recursos especializados y una fuerte estigmatización que impide a los niños y jóvenes con TDAH desarrollarse plenamente.
En este contexto, es urgente promover políticas públicas integrales que aseguren:
Formación docente en neurodiversidad.
Apoyo psicológico y terapias accesibles.
Campañas educativas para padres y cuidadores.
Espacios escolares inclusivos y adaptados.
Con el enfoque correcto, las personas con TDAH pueden ser altamente creativas, resilientes y con una gran capacidad para resolver problemas de manera no convencional. Celebrar este día también implica reconocer el valor de la diferencia, fomentar la empatía y construir una sociedad que abrace todas las formas de ser y aprender.