KANSAS CITY – Jac Caglianone no solo se está adaptando a las Grandes Ligas, sino que ya está dejando huella con el poder de su bate. El miércoles por la noche en el Kauffman Stadium, el novato detonó un jonrón monumental de 466 pies que no dejó dudas desde el momento del contacto. Fue parte clave en la victoria de los Reales por 4-3 sobre los Piratas, que aseguró la barrida en la serie.
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El batazo, que viajó por encima de tres muros en el jardín central y rebotó en el cartel de QuikTrip debajo del CrownVision, fue el segundo cuadrangular de Caglianone en noches consecutivas y el más largo de su joven carrera. Según Statcast, es el jonrón más largo conectado por un novato de los Reales desde que comenzaron las mediciones en 2015. También se ubica empatado en el décimo puesto entre los más largos en la historia del estadio y a solo ocho pies del récord de Brandon Moss (474 pies en 2017).
Pero Caglianone no fue el único protagonista ofensivo. El veterano y capitán Salvador Pérez volvió a brillar con el madero, conectando dos cuadrangulares cruciales: uno en la segunda entrada para abrir el marcador y otro en la octava para romper el empate 3-3 y sellar el triunfo de Kansas City.
En total, Pérez y Caglianone se combinaron para 1,336 pies de poder puro, reflejando el tipo de producción que los Reales anhelaban con el verano en pleno auge.
Caglianone, quien había tenido un inicio lento en las Mayores con una línea de .148/.203/.261 antes del juego, parece estar encontrando su ritmo ofensivo. Sus cuadrangulares consecutivos no solo han revitalizado su confianza, sino que han confirmado el potencial que los Reales vieron en él.
Con esta actuación, Kansas City cierra una barrida ante Pittsburgh con poder y entusiasmo, y deja claro que su ofensiva puede ser tan peligrosa como espectacular.