El centro de Seúl fue el escenario de una espectacular celebración por el estreno mundial de la tercera y última temporada de El juego del calamar, que reunió a miles de fanáticos en un evento sin precedentes. El desfile arrancó en la plaza Gwanghwamun y recorrió la avenida Sejong hasta el ayuntamiento, transformando la ciudad en una réplica de los escenarios de la popular serie.
Actores disfrazados de jugadores y guardias marcharon entre luces, música en vivo y proyecciones, acompañados por carros alegóricos que evocaban los juegos más emblemáticos de la producción. La figura más impactante fue una versión gigante y animada de la muñeca Young-hee, símbolo de la serie, que atrajo la atención de los asistentes.
Al frente al ayuntamiento, el acto principal incluyó una proyección sobre el edificio con imágenes de los personajes principales, mientras una banda de músicos vestidos con los icónicos trajes rojos marcaba el inicio formal de la ceremonia. Los creadores y protagonistas subieron al escenario en medio de ovaciones.
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El director Hwang Dong-hyuk, visiblemente conmovido, agradeció a los seguidores por el apoyo durante los años que tomó desarrollar la serie. Por su parte, los actores Lee Jung-jae y Lee Byung-hun compartieron mensajes de despedida y gratitud, destacando el impacto cultural del proyecto.
El público también participó en dinámicas, trivias y una interacción directa con el elenco, que cerró la velada lanzando pelotas autografiadas. El ambiente festivo culminó con un grito colectivo —“¡Un juego más!”— y una coreografía simbólica con los brazos formando un triángulo, emblema de la serie.
Aunque esta temporada marca el final oficial de la historia según su creador, se ha especulado sobre un posible spin-off protagonizado por el personaje del Front Man, e incluso una adaptación en inglés dirigida por David Fincher.
