Santo Domingo.– La ciudadana estadounidense Ezri Hajiune, fallecida recientemente en el Vacacional de Haina, era hermafrodita, según confirmó el abogado y activista de derechos humanos Carlos Sánchez, quien lleva el caso desde hace semanas y ha solicitado una investigación profunda sobre las circunstancias del deceso.
Sánchez explicó que Ezri Hajiune, de entre 18 y 22 años, presentaba características físicas tanto femeninas como masculinas. El abogado detalló que, aunque usaba ropa masculina, su desarrollo corporal mostraba rasgos más definidos del sexo femenino.
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“El problema fue que esta joven, hermafrodita y con evidentes trastornos mentales, fue encerrada con decenas de hombres en condiciones totalmente inhumanas”, denunció Sánchez.
El caso comenzó a conocerse públicamente cuando el abogado recibió videos y fotos que mostraban a la joven jugando con agua sucia de un inodoro, encerrada en una celda sin cobija, sin sabana y en total abandono.
“Nos dijeron que había una persona que parecía un hombre, que parecía una mujer. Cuando investigamos, nos dimos cuenta de que era una persona con una condición sexual ambigua”, explicó.
Ezri Hajiune fue detenida en abril en la región Este del país, tras ser encontrada desorientada en una playa, sin documentos, y fue enviada al centro de Haina por su estatus migratorio irregular. Migración aseguró que fue atendida médicamente y que se confirmó su identidad en junio a través de reconocimiento facial, tras semanas sin saber con certeza su nacionalidad, sexo o nombre.
La Dirección General de Migración informó que falleció la mañana del lunes 23 de junio mientras se preparaba para una revisión médica. Aseguran que no presentaba signos visibles de violencia y que se notificó a las autoridades competentes, incluyendo el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y la Embajada de los Estados Unidos.
Sin embargo, Carlos Sánchez insiste en que la muerte no puede desligarse de las condiciones en las que se encontraba recluida.
“No sabemos si murió por violencia física, por omisión médica, o por la situación extrema en la que estaba. Pero lo cierto es que tenía una condición que ameritaba un tratamiento completamente distinto al que se le dio. El Estado falló en su deber de protegerla”, afirmó.
El abogado expresó que, más allá del fallecimiento, es preocupante el manejo institucional que se le dio al caso desde el principio.
“La sociedad dominicana todavía no está preparada para abordar temas de diversidad sexual e identidad ambigua. Pero eso no justifica que se violen los derechos fundamentales de una persona, más aún cuando está bajo custodia del Estado”, sostuvo.