David Beckham nació en una familia humilde, hijo de Ted Beckham, un empleado de fábrica, y Sandra West, una peluquera. Desde pequeño, tuvo una meta clara: jugar en el Manchester United, su equipo soñado.
Su determinación lo llevó a asistir a la escuela de fútbol de Bobby Charlton, donde ganó una competencia que le permitió entrenar en el FC Barcelona.
En 1986, vivió un momento inolvidable al ser la mascota del Manchester United en un partido contra el West Ham United. El 8 de julio de 1991, fichó por el equipo filial del United, y el 2 de abril de 1995 debutó oficialmente en la Premier League.
Reconocido por su precisión en los pases largos, su fuerza en el campo y su habilidad para marcar desde la distancia, Beckham se convirtió en una figura clave del Manchester United.
En 1997, su vida personal atrajo la atención mundial cuando inició una relación con Victoria Adams, integrante de las Spice Girls. Diez meses después, se comprometieron y el 4 de marzo de 1999 nació su primer hijo, Brooklyn. Ese mismo año, el 4 de julio, la pareja se casó en un castillo irlandés.
La carrera de Beckham siguió en ascenso. Tras su exitosa etapa en el United, fue fichado en 2003 por el Real Madrid, donde firmó un contrato por 25 millones de euros. En Madrid nacieron sus hijos Romeo (2002) y Cruz (2005). Su carisma y atractivo físico lo convirtieron en un ícono global, tanto dentro como fuera del campo.
En 2007, se trasladó a Estados Unidos para jugar con Los Ángeles Galaxy, convirtiéndose en uno de los pioneros del fútbol moderno en la MLS. Entre cesiones al AC Milan en 2009 y 2010, y una frustrada participación en el Mundial 2010 por una lesión en el tendón de Aquiles, Beckham siguió demostrando su pasión por el fútbol.
En 2011, nace su hija Harper Seven en Los Ángeles. En 2013, firmó con el París Saint-Germain. Cinco meses después, anunció su retirada. Su emotiva despedida en el Parque de los Príncipes incluyó botas personalizadas con los nombres de su esposa e hijos, y una ovación que reflejó su legado en el deporte.
Además de su carrera futbolística, David Beckham se consolidó como un ícono de la moda. Gracias a su estilo y campañas con marcas como Armani y Pepsi, se convirtió en referente de elegancia masculina.