Algunos medios de comunicación no se enteraron de que ayer, 30 de marzo, una parte del pueblo dominicano se hizo sentir en Friusa. Políticos y comunicadores no supieron que, ayer, miles de patriotas marcharon para exigir el cumplimiento de las leyes migratorias en todo el país.
Ni un tuit en X, ni un post en Instagram, ni una publicación en Facebook, ni un video en TikTok. Seguramente estaban en la playa o la piscina, quizás en algún destino turístico de Puerto Plata, lejos de Punta Cana. O tal vez, en alguna finca remota ubicada en una montaña. Lo cierto es que no se enteraron ni de manera previa ni durante la marcha.
Ahora bien, sí tuvieron conocimiento del incidente con bombas lacrimógenas, donde rápidamente salieron a culpar a los marchantes y a limpiar la imagen de quienes verdaderamente lanzaron los artefactos.
Ahí sí llenaron sus redes sociales, sus páginas web y sus voces en los videos para atacar falazmente la marcha y evitar discutir el tema de fondo: la trata ilegal de migrantes haitianos por parte de empresarios y hacendados que buscan afanosamente mano de obra esclava.
La suerte es que el pueblo los conoce y cada vez menos gente cae en su juego de manipulación. La realidad no se puede ocultar con titulares tendenciosos ni con el silencio cómplice de quienes prefieren mirar hacia otro lado. La lucha por el cumplimiento de las leyes migratorias sigue, aunque algunos intenten invisibilizarla.