Santo Domingo. – Luego de presentarse con rotundo éxito en importantes ciudades de Colombia, Canadá y América Latina, el Ballet Nacional Dominicano llevará «BOTERO» a la sala principal del Teatro Nacional Eduardo Brito, el próximo jueves 3 de abril, en un espectáculo que cuenta con el respaldo del Ministerio de Cultura y la Dirección General de Bellas Artes (DGBA).
Con «BOTERO», una obra de Annabelle López Ochoa, dirigida por Stephanie Bauger, se iniciará la celebración del Mes de la Danza, en el marco de los festejos del 85 aniversario de la DGBA.
«Como directora del Ballet Nacional Dominicano, celebrar el 85 aniversario de Bellas Artes con ‘BOTERO’ es algo muy significativo. Mi interés principal ha sido presentar una forma diferente de ver el ballet, abordando temáticas contemporáneas y reales de las personas», expresó Stephanie Bauger durante un encuentro con la prensa en el Bar «Juan Lockward» del Teatro Nacional.
A su entender, festejar el 85 aniversario de Bellas Artes con «BOTERO» es mucho más que una celebración. Es un espectáculo que une diferentes conmemoraciones, por lo que está segura de que también será una hermosa manera de celebrar el Mes Internacional de la Danza.
Manifestó que, gracias a la alianza con el Ballet de Medellín, han logrado realizar este proyecto. «La producción es de ellos, pero el Ballet Nacional Dominicano pudo llevar a cabo este espectáculo gracias a un acuerdo que firmamos con Julián Acosta, director ejecutivo del ballet colombiano».
A través de la obra, buscamos que el arte nos inspire a ser mejores seres humanos y a cuestionar nuestra historia y el mundo que nos rodea. Esperamos que los espectadores se sientan conectados emocionalmente y encuentren en la danza un impulso para el cambio y la autoexploración», expresó la directora del Ballet Nacional Dominicano.
Reiteró que lo más importante es que el público disfrute de esta obra. «Los bailarines, la puesta en escena, el vestuario, la música y, sobre todo, la vida y obra de Fernando Botero. A través del lente coreográfico de López Ochoa, se presenta un mundo mágico que puede desencadenar muchas emociones: desde lágrimas y risas hasta nostalgia.»
De su lado, Diana Echandía, diseñadora del vestuario de esta obra, explicó que el vestuario es completamente artesanal, desde la construcción misma de las prendas para hacer posible el volumen, hasta los tocados y las máscaras que se incluyen. «Un pantalón convencional tiene de 6 a 8 piezas para su confección; las piernas de ‘Botero’ tienen 75 piezas. Tenemos tocados y máscaras, como las de los caballos, completamente cosidas con diferentes piezas, como las manos de Botero».


Puntualizó que, para la producción de todo el vestuario, trabaja con más de 30 personas, entre ellas artistas plásticos, diseñadores protésicos, sastres, confeccionistas, costureras y asistentes. «Tengo un gran cariño por este vestuario; yo misma realicé a mano varios de los tocados y máscaras que están allí».
Entre los grandes desafíos que Echandía enfrentó, destacó la dificultad de construir un cuerpo volumétrico, como los del maestro, con materiales textiles que permitieran a los bailarines realizar piruetas o grand battements sin problema. «Exploré en un principio muchos materiales, imprimí en papel esculturas de Botero para trazar cortes en el patronaje y, en medio de la experimentación, llegué a una pierna realizada con varillas y seda, la cual me dio el patronaje preciso para traducirlo a otro material más ergonómico, y así llegar al resultado que verán en la obra ‘Botero’. Las figuras obesas en las obras de Botero son una exageración de las proporciones de sus tallas para crear un efecto de humor y sátira».
Reiteró que no se atrevería a decir que el boterismo tiene que ver únicamente con la talla de un cuerpo para generar humor y sátira. Por el contrario, Botero en muchas ocasiones mencionó que no hacía «gordas», ya que sus volúmenes también estaban presentes en otros elementos como frutas, animales, o la mandolina, que fue donde descubrió su estilo.
De acuerdo con la diseñadora del vestuario de «BOTERO», la paleta de colores del maestro es absolutamente preciosa. «Es de todo mi gusto y ayudó mucho en ese proceso de traducción al lenguaje visual de la obra. Si bien algunos personajes no tienen volúmenes, me documenté siempre de sus pinturas para tratar de traer toda la riqueza plástica que hay allí».
«BOTERO» es un ballet increíble, la coreografía de Annabelle López Ochoa es absolutamente fascinante; la música creada por Juan Acosta lleva al auditorio a un viaje de emociones por toda la obra; el lenguaje visual del vestuario y la escenografía, que también diseñó Diana Echandía, hace posible la sorpresa y la provocación en varios momentos. Y, por supuesto, todo el trabajo de los bailarines siempre es impecable.
La producción de «BOTERO» viajará desde la hermosa ciudad de Medellín, gracias a la línea aérea oficial, Arajet; las zapatillas de punta y medias puntas son proporcionadas por Sodança, marca oficial del Ballet Nacional Dominicano. Además, cuentan con el respaldo de Seguros Sura, la Dirección General de Bellas Artes y el Ministerio de Cultura.
Es importante destacar que el Teatro Nacional Eduardo Brito es co-productor del espectáculo. Además, cuentan con su fotógrafo oficial, Nelson Maita, quien presentará un documental a finales de abril acerca de este viaje realizado con el Ballet Nacional Dominicano para la creación de BOTERO en la ciudad de Medellín.