Santo Domingo.- Este lunes, la zona del Kilómetro 9 de la Autopista Duarte amanece en medio de un panorama desolador tras el reciente desalojo de los buhoneros que, por más de 40 años, han ocupado este espacio como sustento de vida para sus familias. Aunque la medida responde a los planes de ampliación de la vía, la mayoría de los comerciantes afectados denuncian no haber recibido la indemnización que se les prometió.
Entre escombros y los restos de lo que un día fueron sus negocios, los desalojados buscan respuestas. Norma Encarnación, quien trabajó en la zona durante 41 años, expresó entre lágrimas cómo el desalojo la dejó sin sustento: “Aquí yo perdí todo, nada más trabajando; no robando, ni cueriado, ni vendiendo droga. Entonces eso tienen que tomarlo en cuenta, que uno aquí no es ladrón, ni es atracador, porque si uno estuviera robando o vendiendo droga, tuvieran otra condición económica”.
“Me siento como un niño al que le quitan el biberón. Aquí crié a mis hijos, trabajé toda mi vida de manera honrada, y ahora no tengo nada.” Añadió
Otro testimonio es el de Bernardina Silfa Reyes, madre soltera y trabajadora de la zona por más de tres décadas, quien comparó su situación con estar “como una pluma en el aire”. También señaló que, pese a que las autoridades hablan de indemnizaciones, la mayoría de los buhoneros no han recibido un pago justo ni han sido reubicados.
De acuerdo con las narraciones, algunas pocas personas fueron beneficiadas con montos que rondan los 700,000 pesos, mientras que a otros se les ofrecieron sumas de hasta 75,000 pesos, las cuales fueron rechazadas por considerarlas insuficientes.
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Además, varios comerciantes denunciaron el procedimiento utilizado para el desalojo, realizado en horas de la madrugada, cuando sus locales estaban cerrados. Tomás Martínez, otro afectado, calificó el acto como un atropello: “Llegaron en la noche, rompieron las casetas y se llevaron nuestra mercancía. Nosotros no nos negamos al desarrollo ni a la ampliación de la vía, pero exigimos que se nos trate con dignidad y se nos brinde una solución.”
El gobierno había anunciado la disposición de 240 millones de pesos para la indemnización de los comerciantes, pero hasta la fecha, muchos de los afectados aseguran desconocer el paradero de esos fondos y afirman que no se ha cumplido con lo prometido.
Los desalojados insisten en que necesitan un espacio para reubicarse o el pago completo de la indemnización que les corresponde. Por ahora, la incertidumbre reina en el Kilómetro 9, mientras los buhoneros prometen seguir luchando por su causa.
