Nueva York.— La Serie Mundial vivió un momento de tensión durante el primer inning del Juego 4 en el Yankee Stadium, cuando dos fanáticos intentaron interferir con Mookie Betts, jardinero de los Dodgers de Los Ángeles, mientras intentaba capturar una bola. Los aficionados agarraron el guante y la mano de Betts en un intento por sacar la pelota en una jugada crucial.
El incidente ocurrió en una jugada de elevado profundo en la que Betts intentaba hacer una atrapada cerca de la grada del jardín derecho. La interferencia de los fanáticos no solo frustró el intento de Betts por controlar la bola, sino que causó una breve interrupción del juego.
El personal de seguridad del Yankee Stadium actuó rápidamente y escoltó a los fanáticos fuera de las gradas, expulsándolos del estadio en el mismo primer inning. La Major League Baseball (MLB) enfatizó en la importancia de respetar el juego y las normas de conducta dentro del estadio, recordando que cualquier acción de interferencia será sancionada estrictamente.
Este incidente se suma a la emoción y el drama que rodean la serie, en la que los Dodgers lideran con una ventaja de 3-0 sobre los Yankees en la búsqueda del título.