Redacción internacional.- La Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Venezuela, controlada por el chavismo, expresó este martes su reconocimiento al resultado oficial de las presidenciales del domingo, que dio la victoria al mandatario Nicolás Maduro, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), lo que ha sido cuestionado por la oposición mayoritaria y buena parte de la comunidad internacional.
A través de un acuerdo, el Legislativo respaldó «al poder electoral, en reconocimiento a la extraordinaria labor desempeñada, y los resultados emitidos».
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Asimismo, felicitó al «glorioso pueblo» por la «pacífica, democrática y patriótica» jornada electoral, y rechazó «cualquier acto de violencia, odio o agresión que pretenda generar un proceso de desestabilización y de desconocimiento de los resultados».
Según el primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro, en el poder desde 2013, obtuvo el 51,2 % de los votos, frente al 44,2 % atribuido al abanderado de la principal coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)-, Edmundo González Urrutia.
«Sin duda, este domingo 28 de julio triunfó en nuestro país, de nuevo, la democracia, triunfó la voluntad del pueblo venezolano», dijo la diputada chavista, Grecia Colmenares, quien presentó el acuerdo.
Por su parte, el diputado Bernabé Gutiérrez, un opositor crítico de la PUD, exigió al CNE publicar cada una de las actas emitidas en los más de 15,000 centros de votación que estuvieron habilitados durante los comicios.
Mientras el Parlamento discutía el documento, miles de venezolanos se reunían frente a unas oficinas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Caracas, convocados por la oposición mayoritaria, que asegura tener el 73% de las actas emitidas en las votaciones, que dan -aseguró- la victoria a su candidato por un amplio margen.
Desde este lunes, ha habido múltiples protestas en Caracas y buena parte del país en rechazo a los resultados oficiales, acciones respondidas, en algunos casos, con represión por parte de cuerpos policiales y militares.
La oposición mayoritaria señala estas manifestaciones como «expresiones espontáneas y legítimas», mientras que el Gobierno las tacha de «criminales» y «terroristas», a la vez que denuncia un golpe de Estado «fraguado nuevamente» por «factores fascistas de derecha extremista».
Según organizaciones no gubernamentales, la acción de los cuerpos de seguridad contra las manifestaciones ha dejado, al menos, 6 muertos y 84 heridos, mientras que la Fiscalía contabiliza 749 detenciones.